Blogia

El Rincón del Diablo

Amo el dolor con amor

Amo el dolor con amor

Fotografía: José Núñez Del Arco  

 

Sumerjo la sensibilidad del tacto
en mis bolsillos con vidrios rotos
sustento la ceguera leyendo en tinieblas

disminuyo el olfato esnifando polvo blanco
cerceno mis labios con una gillette  desangrándome
provoco la sordera con todo el volumen alto de la música muerta
pretendo asfixia ciñiendo a mi garganta los collares perlas
el ácido al cerebro y el éxtasis al corazón  para alucinar desde el interior...

Tamara Acosta.

Maquillaje sin rostro

Maquillaje sin rostro

Fotografía: José Núñez Del Arco 


 
Creo mi faz en el contorno de una máscara para dar permiso de vida al alma evaporándome en sombras de colores polvos pálidos destellos alucinógenos carmín de sangre
llevando por frente una playa inhabitada estéril desgastada...

Peino en mis cejas la rebeldía jamás provisionada
añoro en pestañas la tristeza contenida en el umbral de la mirada
delíneo en mis ojos la oscuridad para darle forma de vida a la realidad
acaricio en bálsamo los labios para aplacar el dolor de los besos desgarrados

Payaso de vulgar circo yo me dilapido en una disco maquillando la inocencia de mi cadáver disfrazando la esencia perdida celebrando derramando copulando entre tumbas

Fiesta en el cementerio
y el ácido lacrimal derrite mi creación de máscaras...

Tamara Acosta.

 

Morir entre árboles

Morir entre árboles

 
Engendrar semilla en tierra infértil esperar el ácido lluvia de cada noviembre
Soportar 360 días muertos para liberar la monotonía recurrente
Masturbar los acordes del alma en meses de menstruación pagana
Vomitar existencia en rincón de llanto para saborear el vacío holocausto
Enraizar el cabello pubis hasta enredar el amor en huesos
Contener el orín fermentado en vientre estimulante lúbrico inerte
Suicidar la carne de a pocos con carne drogas  gillettes  sogas para llorar tu decapitado trascendente
Sustentar raíces en el aire llegando  la vejez del tronco concibiendo fruto cadáver

A eso le llamaría yo árbol de muerte.

Tamara Acosta.

Ambiguedad de deseos

Ambiguedad de deseos

  
No conozco la carne de mi inspiración pero mis ojos se laceran de deseo si adivino la textura de tus labios la parte inferior de tu ser

si me dejaras lamerlos succionaría la llaga de desamor que ha dejado el amante en tu lecho

pero no me lo permites y no me queda más que secretar con mi propio cuerpo
guiando mis inexpertas manos hacia la cúspide húmeda de tu erección

súbitamente dedos se convulsionan en mi circunferencia terrenal

alucinando el derretir de la lengua sobre el laberinto lunar de tu espalda llegando así al fin de la erupción 

pieles hirviendo en sudor lava recorre el paladar agridulce hasta posarse en la ambigüedad de nuestros vientres concibiendo hermafroditas.

Tamara Acosta.

 

LA ESTACIÓN PERENNE

LA ESTACIÓN PERENNE

 

 

Todas las estaciones están en tu cuerpo.

Eduardo Cote Lamus

 


la noche de los cuerpos,
como la sombra del águila la soledad del páramo.

Octavio Paz

 

Recorrer un cuerpo en su extensión de vela
Es dar la vuelta al mundo
Atravesar sin brújula la rosa de los vientos
Islas golfos penínsulas diques de aguas embravecidas
No es tarea fácil - sí placentera -
No creas hacerlo en un día o noche de sábanas explayadas
Hay secretos en los poros para llenar muchas lunas

Gioconda Belli

 

 

Parafraseando al ensayista Alexandrian en su libro Historia de la literatura erótica (1990), Víctor Montoya nos explica en uno de sus artículos que la diferencia entre pornografía y erotismo es que la primera viene a ser la descripción pura y simple de los placeres carnales; en tanto el erotismo es la misma descripción revalorizada, en función de una idea del amor o de la vida social.

Esta premisa, aplicada asimismo solamente en la poesía, tendría de manera estricta la misma significación; es mas, amplificando su concepción, la idea de poesía erótica va más allá de una simple descripción de lo sensual y sexual de los cuerpos. El lenguaje empleado, además de ser sugerente, crea una alegoría mayor, una serie de sutiles figuras capaces de insinuarnos ideas varias que, aunadas al cuerpo o los actos carnales, eleven el tema a un plano superior.

Quizá aquí radicaría la diferencia entre lo erótico y la simpleza de lo pornográfico, ya que en este último, el acto sexual no pasa de ser tan sólo eso, al ser descrito como un acto mecánico y sin profundidad alguna. Caso contrario es el del erotismo, donde el acto sexual va ligado a una efervescencia de sentimientos y sensaciones nuevas que cobran un sentido excelso al asociarse a temas distintos que nutren la concepción de los cuerpos en exploración: antes, durante o después del acto amatorio, y dando énfasis a la exaltación de los sentidos como básica esencialidad de su tratamiento literario.

Se ha hecho un deslinde de ambos términos para que más adelante no surjan confusiones. Lo que se busca aquí es mostrar el lado sensitivo y oscuro del cuerpo y el alma. El acto amatorio, la exploración de los cuerpos, los elementos en conjunción en torno a lo sensual. Este tipo de pensamientos y orientaciones estéticas son los que diversos autores latinoamericanos han extraído y aplicado de diversas maneras en sus trabajos de creación con matices de erotismo. Para ser más precisos, la poesía erótica actual en Latinoamérica ha tomado giros distintos a partir de la segunda mitad del siglo pasado. Nos hemos alejado de las influencias religiosas y moralistas de un seudopuritanismo que nos sumergió durante mucho tiempo en un absurdo hermetismo. Las ataduras se han roto y ahora todo es más sencillo de afrontar. La poesía erótica en esta última década, a inicios de un siglo nuevo, tiene una mayor libertad, no sólo para ser leída, sino para una interpretación y una valorización más amplia y sin influencias extraliterarias.

En esta última década, como englobando la labor de medio siglo de distintos poetas que abordaron, en parte o a totalidad, este género en su obra poética, presentamos esta breve muestra compuesta por 14 poetas de varios países de Sudamérica. Algunos noveles, otros con una obra ya consolidada, sea o no en poesía erótica, hemos reunido a un grupo que ha sabido sintetizar, partiendo de los años finales de los noventa, cinco décadas del trabajo de esta temática en la literatura. Para ser más precisos aún: en la Literatura Latinoamericana.

Para ustedes, la estación perenne, que como el poeta colombiano Eduardo Cote Lamus lo dice en el poema del mismo título, en los cuerpos se reúnen todas las estaciones, y perduran el estío y la arena cálida de las dunas.

 

Di@bòliko

DIRECTOR OFICIAL DE ESTE INFERNÁCULO 

     

Bethoven Medina

Bethoven Medina

 

LA MAÑANA BRILLA  EN EL PECHO DE UNA PALOMA

 

 

La claridad se esparce desde el pecho de una paloma, 

como los caminos se prolongan en la mañana.

Y por  ojos de nosotros los amantes, se evade la vida.

 

Desnudos en este recinto que se aclara con nuestros cuerpos

y ante el deseo, y el meditar ¿ qué significo con mis años?,

permanecemos encendidos,

imaginando calles, dunas y quebradas que aún faltan recorrer.

 

El pensar en amar y en la vida

nos permite  usar los aparatos reproductivos.

Los órganos sexuales

siempre son hermosos

aún con su olor a semen , son la alegría posible de alcance,

por ellos, la especie humana se reproduce.

 

En busca de la felicidad

las hojas caen desde el árbol del tiempo.

Así renace el hombre mamífero,

con sus ganas de amar  vencer a la soledad

y nuestros brazos y piernas, adquieren el movimiento de la música.

 

Las mañanas son blancas

y se detienen  en el pecho de una paloma,

la paz de tu vientre rosado en calma.

 

Amada mía, en ti,

en tu cavidad, entre tus labios abiertos,

está la reproducción de la vida.

En mí, la vida es horizonte y búsqueda,

en mis tejidos, en mi sangre, mis latidos y mis afanes.

 

La mañana se detiene en tus pezones

como el sol en perpendicular al mediodía.

 

Mujer de muslos que arden en mis pensamientos,

hoy, las hormonas nos disponen el mejor ánimo:

vamos a amarnos como si mañana no amaneciera el día.

 

 

 

LOS GIROS DEL AMOR

 

Desnudos.

 

Como si recién naciéramos al mundo, desnudos.

 

Así vamos a hacer (desarrollar/ potenciar) el amor.

 

Beso tu frente y con mi lengua de fuego recorro el derecho de tu rostro.

 

Cierras los ojos.

 

Por el lado izquierdo de tu faz se desata más mi lengua, y en ascenso al infinito, jadeas.

 

Una y otra vez, beso tus labios,  párpados y mejillas,

beso en tu frente la cruz de bendición, hermosa criatura de Dios.

 

Tus senos arden en mi pecho,

y son pedazos de estrellas tus pezones que me queman.

 

Prosigo.

 

Acaricio tu cuello.

 

Voy bajando.

 

Somos dos seres que se viven, y desnudos, somos el territorio de la dicha.

 

Acaricio tus partes erógenas

porque ahí están tus timbres, las puertas del deseo, el delirio azul.

 

Procedo excelso, aumento tus suspiros

y las ganas de saberte poseída como la primavera lo es por el sol.

 

Mis manos ( nunca en reposo ), siempre palpando tu cuerpo

y  para la imaginación orate, eres flor, néctar,  y ritmo.

Vida mía que me recuerdas temblorosamente "siempre te amo".

 

Te beso, me hierves. Te invado, me conquistas.

 

Amándonos lo somos todo, aunque sólo criaturas del universo somos.

 

 

 

Bethoven Medina (Trujillo, Perú, 1960). 

Obras de poesía publicadas:
Necesario silencio para que las hojas conversen (1era edición Trujillo, Perú,1980 ; 2da. edición Méjico 1982 y 3 era. Edición 2002 Guadalupe, Perú), Quebradas las alas (1983), Volumen de Vida (1992), Expediente para nuevo juicio (1998) , Y antes niegue sus luces el sol (2003) y Antología Esencial (2005) .

Premios de Poesía :
* Segundo Premio Juegos Florales Universitarios del Perú (Tacna, 1979), * Segundo Premio Juegos Florales Javier Heraud (FEP, Lima,1980)
* Primera Mención Honrosa Especial V Concurso "El Poeta Joven del
Perú" (Cuadernos Trimestrales de Poesía,1980).
* Premio Internacional de Poesía "Mairena" (Puerto Rico, 1985)
* Premio Nacional Juegos Florales Ciudad de Guadalupe (1999).
Incluido en las siguientes antologías:
  • Antología poética de los últimos en el Perú (1980) de Augusto Tamayo Vargas.
  • Poetas de Libertad (1992) de Marco Antonio Corcuera.
  • Antología del Soneto Hispanoamericano (Argentina, 1984) de Oscar Abel Ligaluppi.
  • Antología del Amor en la poesía hispanoamericana (Argentina,1985) de Oscar Abel Ligaluppi.
  • Antología hispanoamericana Pasajeros del Arca (Argentina, 1994) de Oscar Abel Ligaluppi
  • Antología Poetas Hispanoamericanos para el tercer Milenio (Tomo III, Chile, 1995) de Alfonso Larrahona Kasten
  • Poesia Viva de Perú, de Raúl Bañuelos y Dante Medina, Universidad de Guadalajara, México, 2005.

Está incluido en el Inventario de la Poesía Española de Juan Ruiz de Torres, España, Madrid. Sus poemas se han difundido en Chile, México, Alemania, Argentina y España. 

 

Gloria Díaz Azalde

Gloria Díaz Azalde

 

 

EL GOZO ME DESPIERTA

aferrada a tu hilo transparente

te unifico de mil formas

la luna crece y mengua

danzo con velo nocturno

te deseo

desesperadamente

conquisto el caos

te abro un espacio

perdidamente

me siento sobre tu roca

canto dentro de ti

soy tu prisionera

tras la reja de un solo barrote

donde todo me has hecho

soltarme los estribos

volverme ligera

llenarme de luces

agitarme al viento

invadirme con exuberancia

siendo

inmensamente libres.

 

 

 

Concédeme el placer inevitable

en un portentoso día

con mi nueva identidad de gozo

vestida de ruidos y pecados

de luces amarillas

visiblemente vulnerable

a la tibieza insospechable de tus afanes

ahora que mi boca anhela

la simetría vertical de tu arte milagroso

que mi garganta precisa un grito sin demora

 

Has brotar mi música interior

desde el espacio reservado en inocencia

donde se estrella tu vaivén de viento

y tu voz puede golpear

cualquiera de mis puertas

 

Boga en el río de deleites hasta el paroxismo

aquí todo se mezcla

agua   guía   silencio   regreso

 

Embriágame hasta olvidar mi destino

y quedar en el nirvana de tus brazos

trémula   explorada   e irremediablemente

perdida...

 

 

 

Soy la diosa volcánica

que viene desde las olas

empuñando una espada de fuego

me abro paso entre todas

ondulándome ante tus ojos

 

A la luz de mil candelabros

me quito todos los velos

y danzo a ritmo de gong

el cántico prohibido

 

Desciendo como viajera

hasta tu río violento

para beber en tu cáliz

la comunión del deseo

y en el ara apacible

del templo de la serpiente

consagraremos el acto solemne.

 

 

 

Gloria Díaz Azalde (Lima, Perú, 1949). Poeta, actual coordinadora del Grupo de Arte y Literatura "Isla Blanca" de Chimbote (Perú). Ha publicado el poemario "Canto bajo el agua" (2007).

 

Héctor Ñaupari

Héctor Ñaupari

 

 

OFRENDA

 

Has prevalecido entre mis frágiles días como ese mausoleo que venciera al tiempo en cada uno de sus límites

 

He de recompensar tu persistencia con dos lámparas para ofrendarte:

 

en una he recogido la ventisca intacta de las selvas

 

y en otra he robado el cierzo melancólico del norte,

 

                                                           ese que siempre me pediste.

 

También traigo mi acantilado corazón dalias y antorchas

 

dátiles y azucenas,

 

y una implacable promesa:

 

permanecer siempre entre las ruinas de la capital que quisimos

 

para nosotros

 

                                                           y que no desaparecieron

 

¿Qué dirás entonces?

 

¿Me mostrarás acaso esa indefensa desnudez que protegía cuando soñabas con soldados y fantasmas?

 

Entonces veo tus vestidos deslizarse de ti

 

                                               como el vino de una copa desbordada,

 

y en el deleite de tus pezones seducidos por esta boca mía que los profana, escondida e interminable

 

da comienzo

 

este amor inclemente y enardecido que es el nuestro

 

 

 

 

 

 

CUANDO TODOS DUERMEN

 

 

lávame en la candente ceniza de tu cuerpo,

vierte tu dolorosa palidez en mis manos,

y antes que el crepúsculo descienda de los bosques

a tenderse en la arena como un lagarto acuchillado,

desgárrate los muslos con mi flecha de seda

 

César Calvo, Ausencias y Retardos, III

 

 

En ese instante en que todos duermen

 

en ese minuto que convierto en un tiempo detenido para poseerte

 

voy al departamento estoy a tu encuentro

 

y allí estás

 

furioso incendio que me envuelve

 

te despojo sin pausa de las bragas que te apresan

 

mis manos son ruiseñores que te desnudan en tu bosque

espesura

tu piel es el sol que me alimenta

 

y en tu nostalgia

soy un barco a la deriva abandonado

entre tus piernas como olas

 

y nada me detiene

y nada te detiene

 

entonces me tiendes sobre el mueble

y soy la presa cogida en la yugular del deseo

arañas rasgas te abres camino con tus fauces plenas hacia mi

carne viva

 

sangro y te deseo

 

me transformo

en la víctima propiciatoria

 

el alarido que no cesa

 

y nada te detiene

y nada me detiene

 

pues soy el fauno que te tensa como un arco

y soy también la flecha que perversa

se hunde en ese rincón tuyo suave y secreto inesperadamente

ese aroma arcano que solo tú y yo conocemos lo invade todo

 

las olas el arco tenso de tus muslos mi piel en carne viva

 

y nada nos detiene

 

no nos importa el futuro o los amantes que poseímos o que nos poseyeron

 

solo tus talones en mi espalda espoleándome

 

solo tu sudor que me traspasa y se evapora y es luego el rocío

que se empoza debajo de tus pechos y en tus caderas

 

solo el grito entrecortado enhiesto audible apenas ahogado por

nuestras lenguas serpientes que ferozmente se devoran

 

solo tus manos esforzándome a darte más de mí

 

solo este tiempo intenso como el último minuto de la noche

 

en que más unidos que nunca nos abandonamos

 

y huyes de mí y yo de ti

 

y nada nos detiene

 

 

 

Héctor Ñaupari (Lima, Perú, 1972). Autor del libro de poemas En los sótanos del crepúsculo (Ediciones UNMSM, Lima, 1999), coautor de Poemas sin límites de velocidad, antología poética 1990-2002 (Lord Byron Ediciones, Lima,2002) y autor del libro de ensayos Páginas libertarias (Ediciones Zignos-Altazor, Lima, 2004). Poemas suyos fueron publicados en importantes antologías poéticas nacionales e internacionales, como Salamanca, azul y oro (Fundación Caja Duero, Salamanca, España, 2001); Diez escritores peruanos contemporáneos según ellos mismos (México, D.F., 2002); Roda mundo, roda gigante-antología internacional 2004 (Editorial Ottoni, Sorocaba, Brasil, 2004); Encuentro de escritores nuevos (Universidad Científica del Sur Ediciones, Lima, Perú, 2004); y, Los diez, antología de la nueva poesía peruana (Ediciones el Santo Oficio, Lima, Perú, 2005). Rosa de los vientos es su segundo libro de poemas.