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El Rincón del Diablo

Laura

Laura  

Cuando todas las habitaciones de la casa quedan vacías y los sonidos se extinguen, puedo amar por fin a Laura. Es un ritual que me he acostumbrado a esperar con cautela, sabiendo que con un poco de calma tendré las circunstancias y el clima adecuados para nosotros, sin temores ni sobresaltos. Sólo cuando todos se han marchado, cuando la última luz se apaga y estoy seguro de que nadie nos oye, puedo entregarme sin miedo al amor absorto de Laura.

Hay, sin embargo, días en que las cosas no resultan como yo quisiera. Los eventos se suceden con una exasperante lentitud, ocurren uno tras otro los imprevistos más descabellados, y finalmente termino renunciando a su amor hasta una próxima ocasión, derrotado por las insospechadas arbitrariedades del azar. Otras tardes, en cambio, los acontecimientos transcurren con tal precisión que parecen responder a la ansiedad de mi deseo: como si los planeara, los sucesos se vuelven propicios y el ambiente alrededor se diluye hasta que sólo quedamos nosotros dos, y generalmente éstos son nuestros encuentros más felices, los más duraderos, los únicos que quisiera recordar...

(Para leer todo el cuento, hacer click aquí).

Miguel Ruiz Effio 

 

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