NACIMIENTO EN EL MAR
Vulva abierta, resbalosa y sangrante
vagina de mamífera, caño a la libertad
saltando a las manos del padre enamorado
con el olor y sabor a sexo materno
para siempre en el príncipe impregnado
cual delfín por leche amamantado
bajo una lluvia blanca de estrellas
mirando la noche en los ojos negros de una mujer desnuda
cubriéndolo en el calor de su regazo
unidos por el sudor y el reflejo de mil lumbres
mezclando su dulce susurro femenino
con los gritos bestiales de las danzas
levantándolo al cielo turbulento
como el más grande triunfo que recibiera
en este reino de fieras y rivales
donde hay que dormir con un ojo abierto
pues la muerte ronda con sus garras
llevándolo por los caminos
defendiéndolo con los dientes y las uñas
pescando, cazando, recolectando
sembrando para él, tejiéndole su chompita
llenando sus carnosos pechos
a los que ascendió a chupar con gran deleite
antecedente de la miel y el deseo
a cuerpo de mujeres de amplias caderas
contento de ser parido a la orilla del mar
en un momento de tregua
mientras sus familiares comían y bebían
y entre el humo del pescado asado
su madre depositaba en él sus dulces besos
balbuceando en su idioma antiguo
la canción más bella de aquella que pare
y que pide a su dios caracol o a su diosa luna
que no le vaya a ir tan mal por la vida.
Poema de su último libro inédito "Oh cabeza clava de Chavín".
Dante Lecca
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