DESEO
Ahora las preguntas son vanos mordiscos en el alma
Camino hacia una luz extraña y a veces la vida me arrastra en su locura
Entre el devaneo de hojas secas y rock pesado.
Suelo bailar entre violines asesinos y un
lujurioso canto de luciérnagas
(son estrepitosas estas guitarras de neón
Mil brujas nocturnas succionan un beso
De los labios de un vampiro).
El enemigo suele acechar con elegante devaneo
Y ha dejado el color de su rabia en una luminosa esquina
Donde las sirenas arrojan sus colas hacia la
eternidad
Como este cuerpo mío y esta esencia mía.
Y heme aquí, cada pupila, cada hueso
Cada átomo con núcleo y cuantos improbables
Esta idea simple, terrenal y casi etérea
Esta combinación absurda de ángel y hiena
Que suelo rescatar de las fauces del adiós.
Podrás verme nacer sin aliento o drogar un germen de inocencia
Atacar con una sonrisa falsa un cuarto blanco
Y empujar con violencia el destello nacarado de una violeta
Heme aquí, gritaré con inclemencia
La libertad es todo mi pellejo
La tela de araña que he destrozado
Por perfecta bandera de un corazón
rebelde.
Porque no conozco de templos donde habitan mil demonios
Ni de sagrados versos que he de masticar con desenfado
Mi caballo ve hacia la ausencia de un relámpago
No tengo un anillo que cargar hacia el espanto
Sólo esas voces mundanas y millones de grafitis
En un rincón divino.
Y después de tantas centurias
De batallar con hechiceras y su carne
De arrojar mi sangre hacia el infinito
Y cortar mi faz con el filo de un diamante
Siempre podré recoger cada pedazo roto de belleza flagelada
Puedo revolcarme con Lucifer en un duelo de demonios
Mi rojo corazón sabe
escapar de los dragones
O de los colmillos de un coyote.
Roxana Ghiglino
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