Blogia
El Rincón del Diablo

Chiquita mía...

Chiquita mía...  

CHIQUITA MIA


Me encanta sentirte así chiquita mía, desvariación
entre lanuda y lampiña
Única en tu especie, con tus ansias salvajes, o cuando
simplemente prefieres reprimirte y me ruegas que te
sepulte entre mis piernas
No sabes cuánto te cuido, cuanto te amo, lavo, te
exprimo, te acaricio, te arrullo por dentro...
En mi dualidad de deseos así también cuantas veces no
quise profanarte, venderte, castrarte...
Pero sin embargo aun te conservo intacta, dolida,
sollozante
Perdóname chiquita mía por ponerte siempre en peligro
de la erección de un pene punzante y mi tacto te
consolará, te dejaré mis dedos como símbolo de
abstinencia, te embriagaré con néctar de doncellas.

 

 

 

 

ENARDECISTE MI INOCENCIA


Mi primer beso lo llevas impregnado en tus labios, tu
saliva efervescente derretía mi lengua dentro de tu
bocal mis manos mutiladas se cicatrizaron al contacto
de tus glúteos, cabiendo tú mismo desaparecíamos del
mundo...
Cuando me inundabas de placer en tu bañera llena de
juguetes y yo rogándole a dios que nos ahogáramos
juntas para siempre...
Enardeciste esta flor silvestre, te llevaste mi
clítoris entre tus manos, saciaste tus ansias de niña
traviesa en mi carne estéril, imitabas a tus padres
conmigo en la cama cuando nadie nos veía cuando no
había ni insultos ni heridas, a donde se habrá ido
nuestros juegos mi querida ninfa
Y dime quien ahora enardecerá mi lasciva androgeneidad...

 

Tamara Pin Acosta

 

0 comentarios