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El Rincón del Diablo

DOS RETRATOS DE FAMILIA...

DOS RETRATOS DE FAMILIA...

 

 

- Oté-

A: El  Recuerdo de José

 

               ¡Ay! hermano si pudiera suplicarte tan fuerte que volvieras...

solitaria forma...

 

Chabuca Granda

 

Hermano he soñado que llegabas

como un  Ulises desencajado y viejo

traías aceite de serpiente en el bolsillo

pero como estaba agujereado  por la bala  febril de tu sueño

se  te fue  colando hasta la herida enorme

nacida de tu hogar

 

solo se veían las manchas del fuego encendido

en el  yute de tu abrigo

en el sueño de tu sueño  de construir  una nueva humanidad

con  tus hombros de pino

donde las serpientes no punzarán  la mano del hombre

 

ya no eras el muchachito que partió a los veinte

ni el ave erizada  que acusaba con la mirada hundida 

dejando su casa en escombros

y

una perra que moriría envenenada

una hermanita  que después te buscaría

una madre que lloraría tu ausencia

(por los siglos de los siglos)

un sobrino que preguntaría por ti a los seis años

un padre que agonizaría la herida que te hizo 

y la serpiente que te puso al hombro

 

después de haber recorrido la tierra en forma meridiana

con tus  33 inviernos 

donde te enfrentaste contra una serpiente gigante

que se tragaba a los hombres y  el espíritu de estos

que los atrapaba  y  convertía en piedras móviles

sin mas arma que el pino  de tus alitas mitológicas

llegaste de frente, cojeando a mi sueño

 

hermano José, es la nieve de la infancia que te ha traído

a mi sueño esta madrugada

nítido  pequeño, estás avanzando

y aunque corro no te alcanzo

una serpiente nos persigue 

de pronto  caigo en   blanco  frío

despierto

¿José, dónde has ido a parar?

 

 

 

 

 

 

- La terrible dama -

 

( pedí que   lo deje, y salir  a su   encuentro, yo )

 

La terrible dama ayer estuvo

revolcándose con  amor  de  filo ardido

en  la cama 

de aquel que llamé padre

subía bajaba

prendía apagaba

por su columna  izquierda

como una vela que titila

ante  el aleteo de una polilla engrandecida

 

su aliento era el aliento que  tienen  los túneles nunca descubiertos

hedor a miedo

hedor a frío

hedor a  despedida

libélula acurrucada  en un zapato antiguo

que  salta a los ojos de quien la sorprende con una lámpara

 

empezó a amarlo  con  silencio  de sepulturera

de  poción  que engulle a todo el que la mira  o le enseña la espalda

esto fue milenios antes  de que yo me enroscara  como una larva roja

bajo la sombra de él  para  aguijonear   su paso

 

la he escuchado a ella de madrugada

hacer crujir  la cama

hacerle llorar  su vejez

fruncir la nariz y boca

frotar  su pierna  final

lamer   su vientre  bajo como un ramaje

sembrándole  murciélagos  en  su cuerpo que todo lo abarcan

 

la insana  puta  que hoy antojó  acostarse  con él

no es otra quien se  acostó con mi hermano

cuando tenía dos años

con papá Pablo

con mamá Victoria

con el viejo Corvella

con Benito Musolini

y la que mañana

para mi  dolor o delirio

dormirá conmigo unas horas

 

 

                                                                                              9 de noviembre del 2006

 

 

 

 

Galia Gálvez ( 1983, Lima) Nació al noreste de Lima en un gélido campamento minero, donde se crió alimentada por el arrullo del ande y las mujeres de los mineros . Estudiante de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de San Martín de Porres. Fotógrafa y poeta, inauguró su primera  exposición  individual fotográfica itinerante titulada “Senia” en julio del presente año. Exposición que viene recorriendo el norte del Perú  ( Bca- Chimbote-Huaral- Trujillo- Huaraz-Lima) y que detalla la búsqueda desesperada por hallar  lo perdido. Publicó poemas sueltos en el 2003  y 2006 en las revistas El Bote de Chosica, Centro poético y Plexus. Trabajó como reportera gráfica para la revista Urbania en Lima. Su trabajo de registro visual es permanente en los viajes que realiza. 

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